Convivencia armónica entre personas y perros
Tenemos que proporcionar al perro los elementos básicos para asegurar su bienestar y el de las personas que lo rodean. Estemos pendientes de su salud, alimentación adecuada, démosle un espacio de descanso protegido de las inclemencias del tiempo, dedicación de cariño, tiempo de juego, de actividad física. Es fundamental la continua sociabilización, darle unas normas básicas de comportamiento, preocuparnos por saber sobre su comportamiento natural para no dejarlo de lado: fomentar su instintos naturales, enriquecer su ambiente para su óptimo bienestar psicológico y fisiológico…
Un perro que goza de bienestar será un perro equilibrado y un gran motivo de alegría y cariño para las personas con las que vive.
Es importante saber lo que uno busca en el perro y lo que le puede proporcionar antes de decidir qué tipo de perro llevar a su hogar: si se desea para pasear, para guarda, para que los niños aprendan a convivir y a responsabilizarse de una mascota….
Es fundamental mediar bien, con tiempo y responsabilidad antes de llevar un perro al hogar y siempre ha de haber consenso entre los todos los miembros de la familia.
Analicemos:
- Si el tiempo que se le puede dedicar es el adecuado. Démosle todo lo que necesita: buena alimentación, agua fresca a diario, aseo para él y su entorno, visitas necesarias al veterinario, tiempo para pasear, jugar, sociabilizar, hacer ejercicio. Y, por supuesto, una buena solución para el tiempo en que estamos ausentes por vacaciones, si el perro no nos acompaña.
- Si podemos hacer frente a los gastos que nos va a ocasionar con su alimentación, salud, identificación, desparasitación, ciertos accesorios cuando sean indispensables o convenientes para enriquecer su ambiente,, vacaciones, etc. Evidentemente, poco comparado con la satisfacción que nos puede proporcionar.
- Si el lugar donde va a vivir es el adecuado, entre otras cosas, por el espacio del que disponga. Los cachorritos son enternecedores pero no nos olvidemos de que crecen.
- Si tenemos capacidad para afrontar imprevistos de enfermedades, posibles conflictos con otros perros o con personas…. Recapacitemos sobre si nos desharíamos del perro o si le proporcionaríamos, desde la llegada a casa, una correcta educación.
Es, además, fundamental cumplir con la normativa vigente en cuanto a tenencia responsable de mascotas: recogida de deposiciones en lugares de tránsito, llevar a nuestro perro sujeto con la correa en aquellos lugares donde no puedan estar sueltos, obligación de acatar las exigencias para perros catalogados como potencialmente peligrosos, tener a nuestro perro correctamente identificado, tenerlo en buenas condiciones higiénico-sanitarias, etc...
Es fundamental tener a los perros identificados con microchip pues reducirá al mínimo el número de animales abandonados y permite retornar a sus propietarios aquellos animales extraviados o robados.
LOS REFUGIOS ESTÁN SATURADOS DE PERROS Y GATOS. SI MEDITAMOS CON RESPONSABILIDAD ANTES DE TENERLOS, HAY CONSENSO FAMILIAR E IDENTIFICAMOS A NUESTRO PERRO CON EL MICROCHIP OBLIGATORIO, SE REDUCIRÍA, EN SU ORIGEN, EL PROBLEMA DE SATURACIÓN DE LAS PROTECTORAS.
También es muy importante, si es conveniente y nos lo aconseja un profesional, recurrir a la esterilización de nuestro perro.
La esterilización es un sencillo procedimiento quirúrgico mediante el cual se impide, de manera definitiva, la función reproductora del animal intervenido. La sexualidad de los animales es hormonal, es una necesidad de especie puesto que se aparean exclusivamente para reproducirse.
Esta intervención, en machos o hembras, en muchos casos, es muy conveniente para su carácter y comportamiento. En muchas ocasiones, mejoran la relación con sus amos, otras personas y animales en general pero debe de consultarse siempre con un profesional veterinario o etólogo.
Concretamente, en cuanto a las hembras se controlan los nacimientos puesto que las camadas indeseadas es el principal motivo de abandono. Y está demostrado el beneficio de la salud en las hembras esterilizadas antes de los dos años de vida, con el consiguiente bienestar; calidad y esperanza de vida de la perrita.